El Arco de Adriano está situado muy cerca del Templo de Zeus Olímpico (impresionante) y en la importante calle "Leoforos Vasilisis Amalias" (que une la Academia, el Parlamento y Plaza Sintagma, con el moderno y elitista barrio de Kapla, muy cerca de la Acrípolis). Simboliza una puerta de entrada a la ciudad levantada por los atenienses, en la que es posible distinguir dos inscripciones, que se diferenciaban porque la orientada a la Acrópolis y la ciudad vieja decía “Esta es Atenas, la ciudad de Teseo”, y la colocada mirando el santuario y los barrios añadidos por Adriano, decía “Esta es la ciudad de Adriano y no de Teseo”.

Todo el monumento está hecho de mármol del Monte Pentélico, a 18,2 kilómetros al noreste del arco.

El mármol del Pentélico también se utilizó para el Partenón y otras estructuras famosas de Atenas, aunque su calidad es muy variable. El que se utiliza en el arco es de calidad inferior a la media utilizada en otras estructuras.

El arco fue construido sin cemento y mortero, usando sólo mármol sólido y abrazaderas, para unir las piedras. Tiene 18 metros de altura, 13,5 de ancho y 2,3 de profundidad. Su aspecto es completamente simétrico, de adelante hacia atrás y de izquierda a derecha.

El paso de arco a la planta baja es de 6,5 metros de ancho y está soportado por columnas delimitadas por capitales de Corinto. Otros pilares fueron colocados en las esquinas de la estructura inferior.

El espacio entre las columnas exteriores y la apertura de arco estaba lleno de piedras cuadradas con bordes elaborados.

Al otro lado del paso central, estaba decorado con una columna corintia por encima de una base rectangular elevada. El nivel inferior está coronado por un arquitrabe jónico, con pequeñas almenas y un geison en relieve.

El nivel superior se compone de una serie de columnas y pilares de Corinto que dividen el espacio en tres aberturas rectangulares. Cada una de las aberturas laterales está coronada por un dintel con pequeñas almenas y un Geison en relieve. La abertura central está flanqueada por medias columnas corintias que soportan una estructura triangular en relieve, colocada por encima de las almenas, el Geison y una madre que se une a las de las dos alas.

La abertura central de la planta superior estaba cerrada originalmente por una pantalla de piedra fina y el nicho del nivel superior es similar a la estructura de la fachada de los edificios antiguos.

La restauración de los dibujos de la parte sur oriental del arco la realizaron Stuart y Revett. Es realmente singular y atípico. Una rápida comparación de este arco con muchos arcos de triunfo romano - por ejemplo, el " Arco de Trajano en Benevento o el" Arco de Constantino en Roma - muestra las diferencias entre ambos tipos de estructuras.

El número de arcos que pasa a través de la capa más baja en los arcos romanos por lo general es variable, así como la presencia de pasajes en la dirección longitudinal. Tiene una sola pasada o hueco.

Aún así, la capa inferior del Arco de Adriano es una estructura de estilo romano. Los arcos de triunfo romanos, sin embargo, por lo general tienen un nivel superior muy masivo, a menudo lleno de inscripciones de dedicación y esculturas decorativas (además de arcos de medio punto) y suelen contener en la parte superior, estatuas de bronce o de piedra. A menudo incluyen con una cuadriga (carro de cuatro caballos) o similar.

No sucede así con el de Adriano. Como señaló Willers, el proyecto del arco Adriano tenía un nivel superior muy refinado que no permitiría la adición de demasiados adornos pesados ​​como estatuas.

Está justo al lado del grandioso Templo de Zeus Olímpico, que conserva 16 columnas en pie y otra caída -en el mismo sitio en que cayó- de las impresionantes 104 columnas de mármol pentélico que conformaban este templo, en honor a Zeus, que sin dudas debió haber sido impresionante, en su época. Sólo viéndolo de cerca puede uno imaginarse como fué realmente, su tamaño, importancia y grandiosidad, que debió situarlo como el templo más importante (antes de ser destruido) de Atenas.

La construcción del Templo de Zeus es una historia plagada de dificultades e interrupciones. Sus cimientos fueron colocados en 515 A.C y fue terminado por Adriano en el siglo II.

Fue testigo de numerosos acontecimientos históricos atenienses: tiranías, democracia, dominación y conquistas.

Justamente durante la dominación romana, dos de sus impresionantes columnas fueron llevadas a Roma para adornar el templo de Júpiter en la colina capitolina, y hasta es citado en "La Política" por Aristóteles como ejemplo de herramienta de las que se valían las tiranías, para atraer al pueblo con obras monumentales para expresar su poder.

Si como bien se ha dicho es un enorme predio con unas pocas columnas, vale la pena su visita porque precisamente esas maravillosas columnas y capiteles corintios de casi 20 metros de altura son una de las tantas herencias que han legado los antiguos griegos a la humanidad. Por sus descomunales dimensiones, es aquí en donde es posible apreciarlas en toda su magnificencia.

Como toda Atenas, otro lugar plagado de mística histórica que la convierte en un enorme, pródigo e inagotable museo a cielo abierto.